jueves, 14 de junio de 2012



SALMO I

FELIZ EL HOMBRE
QUE NO SIGUE EL CONSEJO DE LOS MALVADOS
NI VA POR EL CAMINO DE LOS PECADORES,
NI HACE CAUSA COMÚN CON LOS QUE SE
BURLAN DE DIOS,
SINO QUE PONE SU AMOR EN LA LEY DEL SEÑOR
Y EN ELLA MEDITA NOCHE Y DÍA.
ESE HOMBRE ES COMO UN ÁRBOL
PLANTADO A LA ORILLA DE UN RÍO
QUE DA SU FRUTO A SU TIEMPO
Y JAMÁS SE MARCHITAN SUS HOJAS.
¡TODO LO QUE HACE, LE SALE BIEN!

CON LOS MALVADOS NO PASA LO MISMO,
PUES SON COMO PAJA QUE SE LLEVA EL VIENTO.
POR ESO LOS MALVADOS CAERÁN BAJO
EL JUICIO DE DIOS.
Y NO TENDRÁN PARTE EN LA COMUNIDAD
DE LOS JUSTOS.
EL SEÑOR CUIDA EL CAMINO DE LOS JUSTOS,
PERO EL CAMINO DE LOS MALOS LLEVA AL DESASTRE.



Los Salmos:


Nombre del libro: en hebreo: séfer tehilím (libro de cantos) o simplemente tehilím (cantos). A esta designación hebrea corresponde la que les da en el griego del N.T.: bíblos psalmón y el título psálmoi con que se designa a este libro en muchos manuscritos de la Biblia griega. De aquí proviene nuestra palabra Salmos. Algunos otros manuscritos griegos de la Biblia titulan esta colección con la palabra psaltérion, que quiere decir dos cosas:

1) colección de cantos;
2) es el nombre de un instrumento musical de cuerdas. De aquí el nombre castellano Salterio.

El libro de los salmos está comprendido en el A.T.; es, según el Canon hebreo, el primero de los Ketubiim y encierra 150 salmos. Pero estos no son los únicos cantos religiosos del A.T. Hay otros, or ejemplo, en Jueces 5 (Cántico de Deborah); Éxodo 15 (Canto de Moisés); Isaías 45 (Canto de Isaías); Samuel 2 (Canto de Ana), etc. Tampoco son exclusivos del Antiguo Testamento puesto que los hay en el Nuevo testamento; en los libros apócrifos y en los rollos del Mar Muerto.

Formación del salterio: por otra parte, el libro de los salmos no fue siempre un libro, un todo. Es una recopilación formada por los aportes de varias colecciones de salmos. Estas se distinguen, aún hoy, ya sea por sus características, ya porque los títulos dan alguna indicación.

1) salmos "de David"; del 3 al 40.
2) de los Hijos de Coré; (Dedicados a Jerusalém y al Templo) del 41 al 48.
3) de Asaf (Salmos didácticos e históricos. Emplean mucho la metáfora pastor-rebaño); el 49, y del 72 al 82.
4) colección tardía. Del 83 al 150.

Clasificación según su carácter literario:

1) Himnos:

De Alabanza: exhortan a alabar a Yahvé; alaban a Yahvé y dan razones para la alabanza; alaban a Jerusalem.

De Acción de gracias: semejantes a los anteriores pero directamente referidos a una situación afligente que ha sido solucionada por Yahvé. Hay pocos porque la situación de los hebreos era, las más de las veces, mala, y no había mucho que agradecer.

Los Mesiánicos: anuncian la grandeza, futura de los hebreos, el reino universal de Yahvé; el fin de sus enemigos o de los idólatras; una época de paz, riqueza, justicia o poder bajo un rey sabio.

2) Plegarias:

Individuales: el hombre enfermo, preso, perseguido, pobre, expone su situación, proclama su inocencia: él no merece tal castigo. Termina con un ruego: que lo recuerde, lo salve de la muerte, castigue a sus angustiadores.

Colectivas: tienen el mismo espíritu pero con respecto a sufrimientos colectivos: el desastre nacional, la derrota, el exilio. El pueblo hace protestas de inocencia o acepta su culpa. Pide el castigo de los enemigos, el favor divino, el retorno de la tierra propia, la ayuda o la justicia divinas.

3) Cantos de sabiduría:

Dan normas morales; exaltan la Ley de Yahvé y su cumplimiento; aconsejan la confianza en Dios.