viernes, 22 de octubre de 2010

FEDERICO GARCÍA LORCA

                GENERACIÓN  DEL  ‘27


Ni el término generación ni la ubicación en el 27  están aceptados por todos los críticos, menos aún sus características.
Se llama así al grupo de poetas españoles de la década del ’20.
Si se ubica en el año 1927 es porque en ese año se produce el homenaje a Luis de Góngora.  Este poeta cordobés del siglo XVI concitó la admiración de los nuevos.  El tercer centenario de su muerte reunió a estos artistas en un encuentro que fue financiado por Ignacio Sánchez Mejías, el poeta y torero cuya muerte inspiró a García Lorca una famosa obra (“Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”).
Este grupo estaría integrado por: Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Alexaindre, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Pedro Salinas , Emilio Prados, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre , Federico García Lorca.  La mención de estos integrantes nos mostraría un grupo artístico cuya expresión se agota casi en la poesía lírica.  Pero relacionados con ellos y de importancia en el panorama cultural de España hay que mencionar a Salvador Dalí en la pintura.
La generación de 1927, según lo que ha declarado uno de sus propios integrantes – Jorge Guillén-, no constituye una escuela ni partió de una doctrina común, ni se apoyó en ningún manifiesto, pero sí existen algunas características generales: - de formas más o menos consciente, todos se saben integrantes de la vanguardia.  Con esto se afirma una voluntad de ruptura con lo anterior, o sea la obra de Jamón Jiménez, en poesía española y el Modernismo.
-          Dentro de la vanguardia, el SUPERREALISMO, más importante en Aleixandre que en otros.
-          Otra característica es el cultivo de una poesía de la imagen.  La imagen es el centro de esta poesía, como también lo fue en Góngora.  Es una imagen autónoma, que no describe ni sirve otra realidad que ella misma.  Se trata de jerarquizar el lenguaje hasta hacerlo “objeto enigmático”, único.  Dar la iniciativa a la palabra.  No narrar, no describir desde fuera sino destruir y recrear la realidad. 
-          Otra característica es el neopopularismo.  La tradición estaba llena de poesía, sobre todo de romances.  Estos poetas escucharon las canciones de su tierra y eligieron y descubrieron, con erudición, sabiduría y gracia.
-          Otro rasgo es la despersonalización.  Estoa poetas se entregaron a la fácil confesión de sus sentimientos, a las peripecias de su yo anecdótico.  Aparece en cambio un yo creador, gobernado por el misterio de la creación misma, que trascendía las circunstancias.

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